ERICA VEZZONA
Hija de un diseñador de alzacuellos corso y una callista lituana, Erica Vezzona se traslada, siendo apenas preadolescente, al Real Sitio y Villa de Aranjuez, en cuyos jardines lee a los grandes autores clásicos y bebe de diversas fuentes.
Ya instalada en Madrid, acude a la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense especialmente interesada en incorporar a sus conocimientos una visión académica de la Teoría de la Racionalidad Práctica, aunque pronto es expulsada por no figurar matriculada y sustraer numerosos bolsos, carteras y teléfonos de sus supuestos compañeros.
En etapas posteriores, contando con el apoyo de algunos artistas de su entorno, principalmente politoxicómanos, crea una nueva forma de expresión artística que ella misma bautiza como MOTO (Manifestación Ortopoética de Teatro Onírico). Escribe algunas obras en forma de "narrativa no verbal" (breves representaciones limitadas al manejo exclusivo de la expresión facial, movimientos corporales con los brazos pegados al cuerpo y sonidos procedentes exclusivamente del aparato digestivo del actor) cuyas puestas en escena resultan acogidas con elogios en diversos hospitales neuropsiquiátricos y otros centros de salud mental.
Ante la imposibilidad de mantener a salvo la recaudación obtenida de un día para otro, la MOTO pierde impulso y Erica reorienta su carrera hacia una narrativa más convencional, si bien accede ocasionalmente a alguna escenificación aislada y a nivel individual de su obra Sólo señores solventes, que representa por 150 € media hora / 250 € una hora.
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